Para pertenecer a la Real Asociación de Hidalgos de España, el solicitante debe probar su condición de noble, según lo establecido tradicional y legalmente en España antes del año 1836, en que tuvo lugar la confusión de estados.
La Real Asociación de Hidalgos de España distingue los tres tipos de nobleza:
- La nobleza de sangre o hidalguía. Es aquella que se tiene por el hecho de haber nacido de padre hidalgo con capacidad para trasmitir esta condición a sus hijos. Las esposas de los hidalgos poseen la condición de hidalgas.
- La nobleza de privilegio. Es la que emana de la voluntad del Soberano. Esta nobleza puede ser personal o hereditaria.
- La nobleza de cargo. Es la que conlleva el desempeño de determinados cargos, civiles o militares.
La posesión de la nobleza personal durante tres generaciones consecutivas, por línea de varón, da origen a la nobleza de sangre.
La nobleza de sangre debe probarse mediante tres actos positivos de nobleza en tres antepasados del solicitante a ingreso en la Asociación, por línea de varón. En el caso de presentar una Carta Ejecutoria o Real Provisión de Hidalguía dictada por las Chancillerías Castellanas o documentos de valor similar de los organismos judiciales de los otros Reinos, Condados y Señoríos de España, basta con esta prueba, calificada como plena.